Pero seguimos amaneciendo distintos. Distintos al ayer y al día anterior, distinta la vida que nos durmió y distinto el cielo que nos despertó. Extraña tu mente y tu corazón, te sigues moviendo por sin emoción. Te escondes del montón y te quedas en el colchón pensando en que pensar y queriendo creer más.
Sal fuera, caminas sin piernas, subes , bajas y cierras la puerta. El agua te salta, te recorre la cara, te llora los pies y tu como si nada. Te escondes los ojos, el pelo molido, te sientes sentada en aquella banca malgastada, recorres y juegas con el suelo, miras las nubes para ver si hay consuelo. Volviste un tiempo, caíste y reíste, lloraste y gritaste, recordaste y rodaste.
Nos durmió la vida el dia distinto y amaneciste diferente a lo distinto del dia anterior y al dia que es hoy. Y pensaste en el camino, bajaste y subiste, ahora distinto. El tiempo se nos vuelve eterno, creemos.
sábado, 22 de agosto de 2009
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