sábado, 29 de agosto de 2009

Sientes al revés

Porque esconderte es síntoma de ausencia y de cobardía también. Porque al desaparecer no vuelves igual que ayer, te convertiste en un ser distinto y yo también, quizás las cosas así las querías pero no todos estamos buscando lo mismo en esta vida. ¿Cómo asumir la despedida? ¿Cómo saber si no hay bienvenida?. La ausencia se transforma en pérdida y la vida nos camina distinta. Arrastras un poco los pies y las manos también, sientes al revés y tu presencia se funde en mi sien. Y piensas, recuerdas y sueñas, despierto porque no puedes dormir, te cansas, el peso del recuerdo te cansa y te desvías, recorres nuevos y antiguos pasajes, miras con detalle a los seres de la pared. En la ventana aparece un pez que te suspira en silencio, que te inunda por dentro y te empapa los dedos. Nadas sin luchar y la corriente te lleva lejos, más lejos y flotas después sin pensar, sin sentir, sin existir. No miras, no escuchas, ni sabes. No entiendes ni logras hacerlo, te sientas en un universo paralelo, te encojes para no pedir consuelo y despiertas para no pensar en eso.

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