Nacen colores de los sueños, viven canciones sin consuelo, creemos que el tiempo se vuelve eterno y pensamos en correr sin detenernos, cerrar los ojos y volar, sentir al viento mientras las manos se hacen una, movernos sin sentido al son de una melodía estremecedora, girar la cabeza y sentir que nos transformamos en agua y nadamos hacia el fondo y encontramos criaturas extrañas.
Es cerrar los ojos y creer que todo puede ser posible, que nadie nos detiene, que nos hacemos aire y volamos. Caer en un sueño profundo sin morir pero consciente de que vivimos en la mente, que todo se vuelve distinto pero bueno, todo se pone aturdido pero agradable. Es sentir al cuerpo que no lo sentimos, es mirar sin ver la realidad, es estar presente en tu mente sin que influyan los demás, es disfrutar de la imaginación y de la música, de los deseos y los sueños, de imaginarte con tu persona y con nadie más, con tu ser y tu ser especial, con tu amigo y tu amante, con tu amor y tu odio, con tus sentidos a flor de piel, con los deseos sin sentir, con los sueños sin cumplir.
Es querer volver al mundo imaginario y no caer en la tierra, es estar feliz con lo poco que nos queda, es reírnos de las flores y respirar el polen, es cerrar los ojos y mirarnos por dentro, es sentirte mi cuento y que te guste eso, es poder bailar sin miedo y gritarle al mundo que eres libre y no le debes explicaciones a nadie, es estar en la playa escuchando al mar de fondo mientras no se ve nada más que tu rostro y sus ojos, no es saber de nadie más que no seamos nosotros y vivir tranquilos en un mundo imaginario creado por los dos.
Volar sin sentido y aterrizar nunca, apagar la mente a los que tienes en frente y vivir con el amor presente, el amor y la paz, los sentidos, los amigos, los sonidos. Nacer una y mil veces con la misma persona, amar y desear con la misma intensidad sin que se vuelva rutina, nacer de nuevo y vivir para disfrutar , nacer de nuevo para volver a amar y cerrar los ojos y compartir este mundo imaginario, este mundo maravilloso y mágico. Es sentir que no hay palabras para escribir porque lo que se siente no se puede explicar, es la felicidad que se enciende y no se logra apagar, es nacer y sentir que el mundo está lleno de paz y sentirla y saber que no se va a acabar, es nuevamente sentir que no hay palabras que puedan describirlo todo pero si hay actos y complicidad, porque el alma se conecta y nos hace sentir cosas que produce el otro y nos enseña a compartir, a entregar, a regalar.
No hay más palabras que describan el sentir….
martes, 18 de agosto de 2009
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