Hace un tiempo que no sabía que expresar pero había una lucha dentro mío que necesitaba gritar, crecía cada día, con más fuerza y voluntad, tenía el sentido, la pasión y la decisión, pero no lo sabía hablar. El tiempo me pedía palabras, me pedía emociones, me pedía algo que no estaba lista para entregar. Nació un día de invierno, que infló mi pecho día a día, un poquito más. Me sentía en una sintonía estelar, algo difícil de imaginar, cerraba los ojos y allí estaba pero aun muy tímida para abrir sus ojos y estallar. Comenzó a mezclarse con variadas emociones, a las cuales obligué a guardar silencio, las enmudecí y cocí, allí se quedaron, mudas, con miedo, sin voz ni voto, ahora mandaba y dominaba la razón por sobre el encanto y la magia, reinaba la conciencia por sobre la paciencia. Esto me hizo renacer y volver a gestar para luego parir, un sinnúmero de sentires, una infinidad de pensares y uno que dos malestares. El vientre que fecunda la vida, vuelve a sentir lo que quiso borrar, por miedo, ese miedo que te paraliza y te deja tonta, sin vida. Deja la vida volar, gracias Víctor Jara por tan sabias palabras y gracias a la vida, Violeta Parra.
Mezclando los sentidos con esta realidad, quisiera pedir por nuestra sociedad, por nuestra comunidad y más que nada, pedir respeto por nuestra gran madre tierra que nos protege la vida entera, por nuestra amada naturaleza que nos quiere hacer despertar, nos quiere concientizar y hacerla valorar. Por amarla como ella nos ha amado todos estos años de existencia, para cuidarla como ella nos ha cuidado, entregándonos lo necesario para nuestra sobrevivencia. Dejemos de abusar, comencemos a actuar, cuidémosla ahora a ella, la hemos pisoteado bastante para continuar con esta masacre. Sanémosla, querámosla, cuidémosla y ayudémosla a ser más grande, más fértil y aun más hermosa, démosle cada día los regalos que ella nos brinda, porque a pesar de estar débil, siempre nos brinda una sonrisa, una caricia. Alimentémosla con nuestra energía, la necesita, debemos retribuirle todo lo que nos ha brindado, por todo lo que nos ha enseñado, no seamos mal agradecidos, miremos hacia atrás pensándolo como un error que jamás volveremos a cometer, estamos a tiempo de despertar, de renacer.
Si el hombre mata a la naturaleza, este muere con ella. Si el hombre muere, la naturaleza sigue con vida, dependemos de ella. Démosle el respeto que se merece y el amor que ella nos brinda. No quisiera llegar a ver un mundo, mi y nuestro mundo devastado.