domingo, 20 de septiembre de 2009

Los periodos de ausencia no te dejan escapar

Vamos a romperlo todo, a esparcir la risa, a soltar el llanto y a cortar las vigas. Quemar las hojas, respirar las cenizas y toser la sangre que te mantiene viva. Recorrer recuerdos, toser el viento, gritar la calma, despellejar las almas. Sentir la ira y la vida, luego las pisas. Arrastrar las mantas para dormir en el cielo sin tener que caer al barro que te come la cara. Extraer los ojos de la tierra, pegarlos en la cara, salir fuera de este mar que nos engaña.
Volar del sol, caminar por la luna y dormirte ahogada en las dunas. Riamos, cantemos y brillemos, llenemos ese espacio del alma, ese rincón de desconsuelo, removamos las hojas que nos ahogan el pelo. Corramos para quitar el frio, nazcamos para creer de nuevo. Gritemos para despejar el cielo. Sintamos sin presión, no pensemos, actuemos. Recorramos las calles con los ojos vendados y así, sentir los pies cansados.
Lograr lo cometido, vivir el peligro, nacer y sentirte vivo. Caminar anestesiada sin sentir el sentido del sentir y llorar con la risa en la cara porque sientes y te dio la gana.
Volar a lo desconocido y creer nuevamente que existe el final feliz y cubrirte la cara con las manos que se funden en la piel y te conviertes en nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario